El Coliseo, ubicado en Roma, es uno de los monumentos más antiguos que aún se mantiene en pie gracias a la sorprendente estructura e ingeniería con que fue hecho. Terminado en el año 79 A.C y utilizado para diversos eventos, principalmente para presentar a los gladiadores y hacer eventos masivos a los que solamente la nobleza podía asistir.
Actualmente es uno de los monumentos más visitados del mundo en el cual se puede apreciar tanto el exterior como el interior en sus diversos niveles y tomar un tour en el cual se explica la historia del lugar, de cómo fue construido, destruido y cuáles fueron los usos que se le dieron en su época de auge. Además, sufrió muchas modificaciones al paso de los años ya que, a la caída de los romanos, fue tomado por diversas personas y lo modificaron para adecuarlo a los usos que les convinieran. Los cristianos lo modificaron para llevar a cabo ciertas ceremonias y deshicieron ciertas partes que los romanos habían dejado para poder hacer un uso distinto al que estos hacían al llevar a cabo los eventos de gladiadores.
Es un monumento hermoso fuera del cual también puedes encontrar el Foro Romano y el Palatino, en donde se encuentran diversas iglesias y columnas que solían ser edificaciones importantes y que formaban parte de este conjunto de construcciones. Desde la parte superior de Platino, se tiene una vista hermosa de una parte de Roma y del Coliseo desde un lado distinto y hermoso. Ver el atardecer reflejado a un costado del Coliseo es algo hermoso además de que se puede caminar por la calle peatonal hacia el monumento a Vittorio Emanuelle y apreciar todo el espectáculo natural mientras caminas.